Finalmente ha llegado el veranito (o eso parece), y nos hemos marcado nuestra primera excursión a la playa. Hace dos años era inimaginable que el menda pisase una playa sin cagarse en todos los muertos, estar refunfuñando durante todo el rato y tirarme más de un cuarto de hora sin darles la brasa a la peña desde debajo la sombrilla con la frase "¿Nos vamos ya?". Mis únicas experiencias playeras se limitaban a Blanes, Comarruga, Sitges, Vilanova i la Geltrú. Ah si! y creo que una vez me caí borracho en Platja d'Aro. Yo era un tipo de secano. Para mí, la discusión "¿Playa o montaña?" no llegaba ni siquiera a discusión. En agosto me las piraba al Larzac (http://www.larzac.org/index.php) y punto. A mucho estirar, en el viaje de ida o vuelta, paraba a descansar un rato en Cap d'Agde o me llegaba a visitar la tumba de Machado en Colliure. Era mi contacto más íntimo con el mar en todo el año.
Pero las cosas cambiaron hace ahora justamente un año. Mis colegas, fervientes defensores de ponerse bajo el sol a recibir un cáncer de tres pares de cojones (en especial las chicas), me convencieron para ir a Cala Boadella (http://es.geocities.com/calaboadella/), una playa de las llamadas "mixtas". Esto significa que puedes ir con bañador o en pelota picada. Mis coleguitas son practicantes del nudismo, cosa que mi me la sudaba bastante, porque, como he dicho antes, tenía una cierta aversión a todo terreno que rozase el mar. Pues bien, fuimos a la playa, todo dios se quedó en bolas, y yo, en un ejercicio que fuerza de voluntad y para no quedar como un asocial les seguí el rollo. Después de tomar un baño y estar un rato sentado en la toalla, ya me sentía de maravilla. Joderrr!!! Eso era el paraíso!!. No había experimentado nunca la sensación de libertad que da el desprenderse de la ropa y campar a mis anchas por donde me daba la gana. Descubrí que la playa SI me gustaba. Lo que no me molaba era ir con un bañador mojado que te aprieta, se te pega a la piel y se te retuerce y te aprieta las partes pudientes. Hace dos años, el bueno de Voet publicó un post en su weblog hablando del tema, el cual reproduzco para que os queden las cosas claras:

18 de Junio de 2002
VENTAJAS DE PASARSE EL VERANO EN PELOTAS

·Se obtiene un maravilloso moreno integral. Pocas cosas hay más antiestéticas que las blancuzcas marcas del bañador o el bikini sobre una piel cobriza. Son tan horribles como el moreno agroman. Incluso la textura de la piel es distinta y la manera de sudar, lo que al tacto tampoco es agradable.
Aquí podríamos llegar a discrepar un poco. Estoy seguro que en algunos cuerpos, las marcas del bañador pueden ser MUY estéticas. Supongo que son casos excepcionales, pero existen. Pero bien, como lo que abunda es la normalidad...

·La liberación de andar sin ropa. Aunque a algunos les parezca que no, el hecho de no tener NADA de ropa encima en la playa es cualitativa y cuantitativamente muy distinto a llevar un palmo de tela.
Puedo certificar que es cierto como la vida misma

·Por una parte, es menos engorroso a la hora de llevar y traer cosas a la playa, con lo que se gasta menos sitio en la mochila, donde sólo es necesario llevar la toalla, el agua y el bocadillo. No se necesita ropa de recambio para la humedad…
Obvio…

·...Que es otra ventaja. Es horrorosa la sensación del agua entrando a través de la ropa, las burbujas saliendo del pantalón, los tirones de las olas cuando enganchan la tela.
Y aquí también podríamos incluir ese miedo, sobretodo por parte de las féminas, que producen las olas traicioneras cuando de un golpe seco se les sale una teta y tooooda la playa se las queda mirando, cosa que suele producir bastante vergüenza a la afectada y risas y jolgorio a los maleducados mirones. Sin ropa, como la ola no te arranque un empaste, poca cosa más te va a quitar…

·Del mismo modo, se obvia el horrible trajín de tener que cambiarse de ropa cuando se sale del agua o esperar una hora a que seque el puto bañador que se llena de arena por todas partes.
También te puedes ir con el bañador mojado a casa. En mi caso tengo que conducir un par de horas, así que me puedo montar un negocio de champiñones en los asientos del coche y acabar de pagar la hipoteca.

·Y además es más económico. Infinitamente.
Nada que decir, este es el punto aplastante.

·El ambiente. Por lo general, las playas (y otro lugares) nudistas son minoritarias y es raro encontrarse al varas del transistor, los varas de la pelotita o treinta toallas al lado de la tuya (con lo fácil que es perderse). Tampoco tienes al típico vendedor de helados o lo-que-sea dando la brasa, megáfonos o policía.
Para que se hagan a una idea, yo suelo ir a una playa algo alejada de Gijón que es unas 6 veces más pequeña que la de San Lorenzo (o sea, la de la propia ciudad). Ayer estimé que había en la playa nudista unas treinta o cuarenta personas. En San Lorenzo debía haber seis o siete mil. Cálculese la densidad de población en una y otra. Quizás puedan parecer unas cifras sorprendentes para la gente del sur, pero en el norte la gente es mucho más cortada.
Normalmente la gente no chilla, ni van pegando alaridos histéricos para que el niño se salga del agua. No es que sean mejores, simplemente es que son más educados.

·La tolerancia. Es parte del ambiente, sí, pero prefiero destacarla aparte. Los nudistas somos mucho más tolerantes con los vestidistas (toma palabro) que viceversa. Jamás he oído a un nudista diciéndole a nadie que se desvistiera para estar en la playa, incluso en los feudos clásicos (como pueda ser Torimbia, una de las playas más hermosas del Cantábrico). Si he oído más de una vez cosas como "guarros" "tapáos" y gilipolleces así por gente que, no se porque extraño motivo, se acercó a una zona nudista. Supongo que para ponerse ciega a ver pollas y tetas. Del mismo modo, nadie te mira raro por fumarte un porro o porque le agarres cariñosamente una teta a tu novia.
Y en este punto es donde se basa la filosofía nudista. Me desnudo, tomo el sol, me baño, me fumo lo que me da la gana, me como un bocata o leo un libro. Lo que no hacemos es tocar los cojones a los demás con discursos moralistas, ni libertarios, ni con gilipolleces por el estilo.


MITOS (A COMBATIR) SOBRE EL NUDISMO

·"Se me va a quemar el pito/chochete". Falso. Aún sin echar crema, que sería la opción obvia para ese problema, a mí se me ha quemado todo el cuerpo MENOS el cilindrín y los huevillos. Quizás porque ya contienen de por sí melanina de sobra para contrarrestar los efectos del sol. Una cosa que quiero reseñar (aunque es una gilipollez) es que la distinción entre culo y espalda es artificial. Cuando se queman, el dolor se reparte por igual entre los dos, sin problemas de continuidad.
No sé si será por la melanina esa que dice Voet, o por cualquier otra cosa, pero yo también puedo certificar que me he ido a casa con un color cangrejo que daba miedo y el ciruelo y los huevecillos era lo único que no me dolía. Y pasa de hacer chistes malos, que me ducho un par de veces al día.

·"Voy a pasar mucha vergüenza. Falso. A este tipo de playas van hombres y mujeres, jóvenes y viejos, gordos y delgados: en fin, toda la variedad de miserias humanas. De hecho, la gente se mira una a otra del mismo modo que si se estuviera en una cafetería o en el metro. Descubrirás que todos somos hermosos a nuestra manera. Y cuando más integral el moreno, mejor. Y además ya desde el primer día comprobarás que la mayor parte de las veces no tiene nada de excitante. Lo digo porque muchos tíos piensan que...
Y precisamente ahí es donde el más chulo, la más tímida y el más vacilón se ponen al mismo nivel. Aquí está todo dios en bolas. Recuerdo cuando hace unos años aparecieron unas fotos de la topmodel Claudia Schiffer enseñando las tetas en Mallorca. Las tenía caidas... pues precisamente así las tiene mucha gente. Incluso las tops. Y no pasa ab-so-lu-ta-men-te nada.

·"Me voy a empalmar". Puede. Es posible que te empalmes, sí. Pero nadie te va a decir nada porque es natural, igual que si se te pone morcillona. A lo mejor no te das ni cuenta. Eso sí igual te dan dos hostias si comienzas a meneártela con la tía de al lado mientras jadeas en plan perrito. Igual hasta te las doy yo.
O yo

·"Hay mucho maricón Pues entonces tienes un problema que podrías resolver metiéndote una polla por el culo y descubriendo que, a pesar de lo que te afirmabas a ti mismo, te gusta. Y sí, suele haber bastante pareja gay y lesba. Pero más que nada es porque se trata de un ambiente mucho más tolerante, insisto.
También hay mucho hijoputa en el fútbol y cada domingo llenan campos enteros. Si a alguien le molestan los homos, que se quede en casa y punto. A nosotros nos molesta la gente como él.

Por último, comentaré que una vez se acostumbra uno a este tipo de playas, se hace insufrible ir a una convencional. Por lo menos a mí me pasa. Y te acabas dando cuenta que a estas alturas de la decadencia de nuestra civilización, es un terrible absurdo que la gente se tape sus vergüenzas para pasar un buen día entre la arena, el sol y el mar.

Pues lo dicho, que lo intentéis tontos, que no pasa na de na, y se disfruta un montón.